Aunque lo nieguen, más de una vez le hemos tomado fotografía a nuestra comida y me incluyo, no lo niego, me gusta tomarle fotos y subirla a Instagram, pero esta tendencia tiene sus días contados, por lo menos en Nueva York ya que los restaurantes están prohibiendo a sus comensales le tomen fotos a su comida.
La razón por la cual implementaron esta regla es porque resulta molesto para el resto de personas que estén en el restaurante los flashasos, el disparo constante de sus cámaras.
Que alguien le tome fotos a la comida tiene sus ventajas, es publicidad gratuita para el restaurante; se pueden hacer recomendaciones de los platillos, ya que a veces, los menús no incluyen fotos. En contra sería que se enfría la comida mientras se encuentra el ángulo y filtro perfecto; y la falta de respeto para los demás que están contigo en la mesa.
Recordemos que en California, una restaurante no prohibió, pero si recompensa con un descuento a los comensales que no utilicen el celular.
Si prohíben hacer el check in en Foursquare entonces esto será la revolución.
Via | New York Times