Si bien es cierto cada quien hace lo que quiere en su perfil de Facebook no significa que molestes a los demás por tu forma de actuar dentro de esta red social.
- No mandarás aplicaciones sin sentido.¿Para que invitar a usar aplicaciones tontas?¿A quién le interesa saber qué fruta te gustaría ser o cuál es la frase del día? La mayor parte de aplicaciones son una pérdida de tiempo. Si quieres compartir una aplicación, pues que sea una que valga la pena: que sea algo realmente útil o divertido.
- No etiquetarás a personas en situaciones comprometedoras. A nadie le agradaría que por obra y gracia de otra persona, todo el mundo sepa dónde estuvo, con quién y qué estaba haciendo. Además, no tienes ningún derecho de poner en vitrina los momentos privados de las personas con las que no tienes una verdadera amistad (la mayoría de tus contactos).
- No postearás publicidad en muro ajeno. Esta es una de las actitudes de peor gusto y que más molestan: Muchas empresas para promocionarse irrumpen burdamente en los muros sin ninguna consideración. Hacer esto no solamente es una muestra de poca inteligencia sino que deja una pésima reputación de tu marca.
- No etiquetarás de forma indiscriminada para comunicar algo. Eso de etiquetar a todo el mundo en las fotos o el video de un producto, obra, servicio o evento que quieres promocionar es algo que fastidia demasiado a los que no les podría interesar para nada eso que compartes. Puedes taguear para promocionar solo cuando conoces a tu público o a tus amigos y estás seguro que realmente estarían interesados. Si es así, te van a agradecer por lo que les compartes y tus bonos van a crecer, per si no es el caso, seguro que quedas mal.
- Dejarás de quejarte todo el tiempo. Está bien denunciar las injusticias y expresar nuestros sentimientos con algo de humor, pero decir constantemente que tuviste un día pésimo y que te duele la vida es una mala idea si quieres crear y mantener una imagen positiva. Si vas a compartir algo, entonces que sea algo que realmente aporte valor a los demás. Si te pones a sufrir en público, nadie va a querer estar a tu lado.
- Ignorarás las aplicaciones innecesarias. El perfil de alguien con un muro atiborrado de aplicaciones tontas no merece ser tomado en serio. ¿Harías negocios o tomarías en serio a alguien que ha aceptado cada tontería que le mandan? Pues yo no.
- No te apurarás en agregar a tus jefes y compañeros de trabajo. Hay que separar las cosas. Puedes quedar como un tonto si te empeñas en agregar a gente del trabajo cuando recién has ingresado y no has hecho todavía vínculos de confianza. Además, esta actitud no es recomendable porque vas a mezclar la vida privada con la profesional. Si decides agregar a alguien del trabajo, asegúrate de haber arreglado previamente las opciones de privacidad para que no tengan acceso a todo tu perfil.
- Agregarás solo a personas que conoces. A menos que utilices tu perfil para promocionar tu trabajo y hacer contactos con profesionales en tu rubro o posibles clientes, no invites a desconocidos. Nunca agregues indiscriminadamente a todos los que veas por ahí porque tiene un bonita foto de perfil. Sencillamente, nadie te va tomar en serio.
- No insultarás a nadie.Todo el mundo va a poder ver lo que escribas y en verdad vas a quedar muy mal si has dicho algo en perjuicio de otra persona solo porque no pudiste controlar un impulso. Imagínate que estas en el mundo real. ¿Lo harías? Cae en cuenta que Facebook no es un juego.
- Nunca escribirás comentarios en mayúsculas ¿QUIÉN TE CREES QUE ERES PARA LEVANTAR EL TONO DE VOZ EN UNA CONVERSACIÓN? NUNCA VUELVAS A HACERLO. NUNCA.
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