Uñas, migas, chicle, pelo de barba, cabello, restos de comida, entre otros restos desagradables se acumulan entre los teclados de oficina y del hogar, según Claire Burke, Director de Keep IT Clean, una compañía de limpieza de hardware.
El año pasado investigadores analizaron más de 30 teclados en una típica oficina londinense y se encontraron con niveles de bacterias que podrían poner a los usuarios en un alto riesgo de enfermarse. En un caso, un microbiólogo sugirió retirar un teclado que sobrepasaba 150 veces el límite recomendado de bacterias – cinco veces más sucio que un inodoro que fue frotado en el mismo análisis.
El almuerzo de los usuarios sobre sus escritorios es la causa principal de la infección de un teclado, en tanto los restos ayudan al crecimiento de millones de bacterias. El tema se agrava en call centers y otros tipos de ambientes en donde los equipos son compartidos por varios usuarios. Por último, Burke enumeró algunos de sus restos menos favoritos: la nata en el botón del mouse; la pelusa en el teclado; así como los distintos tipos de migas.
Asi que a limpiar más seguido el teclado bien usarlo con guantes.
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